Hola a todos y todas,
Tanadea llega a su fín. Agradecer a todos aquellos que habéis seguido este espacio creado con mucho cariño y con el apoyo de amigos, a los que doy las gracias también desde aquí.
Tanadea me ayudó a sentirme útil y realizada, en los momentos de mi enfermedad y espero que a todos vosotros os ayudara a ser más creativos y a valorar que el reciclado o la creación de piezas, puede ser una alegría y bendición en muchos sentidos.
En ese tiempo también se crearon las historias de Tanadea, cuentos que están registrados y que tienen derechos de autor....Esto es un regalo que os hago, colgando uno de ellos y espero que entendáis que las palabras muchas veces nos limitan y nos alejan, de una realidad que es mucho más simple de lo que aveces creemos. Hacer buen uso de él, es lo único que os pido.
Antes de colgar el cuento, me expresaré desde el cariño y el respeto, ofreciendo este pensamiento que me ha hecho un poquito más feliz y más sana...
Le debo mucho a mi enfermedad y a mi antigua profesión, Diplomada Universitaria en Enfermería. Como dice en uno de sus libros Elisabeth Kübler-Ross " No somos culpables de nuestras enfermedades pero si responsables de nuestra salud" y a día de hoy después de ocho años, entendiendo mi propia circunstancia personal, creo que hay un desequilibrio total, en cuanto a conocimientos y aprendizajes, en el ámbito emocional y mental unidos al físico. Todos los que se dedican a la salud ( en cualquiera de sus ramas, medicina, enfermería, psicología, psiquiatría ,fisioterapia,etc....y medicinas alternativas), tendrían que valorar nuevamente estos campos y desde los colegios y universidades abrir puertas a otros equipos de profesionales para realizar un trabajo multidisciplinario mucho más amplio, en que valoráramos que todos somos parte y no parches aislados que funcionan en sus propias disciplinas.
Creo que todos llevamos cicatrices de miedo al abandono,soledad, traición o miedo a confiar, rechazo, humillación e injusticias.Cicatrices que van pasando de generación en generación y que van aflorando en nuestras vidas con síntomas y signos físicos. Hay tantas similitudes en temas de salud dentro de la "espiritualidad", medicina occidental, oriental... Cada una hablada y entendida desde su ciencia, visión, experiencia... Tengo la sensación de que queda mucho tiempo para que todos entendamos de una vez que la emoción, el sentimiento, la mente, el cuerpo, están hablándonos en un lenguaje que no queremos entender y que ninguna de las medicinas actuales o campos de terapias alternativas son las mejores o las únicas. Que existe una parte de Ser en nosotros, tan apagada y desactivada por aprendizajes llenos de Ego y egocentrismo, en base a nuestras cicatrices, que nos ha hecho retroceder aun el gran avance científico y tecnológico.
Tampoco nosotros como enfermos, pacientes o usuarios deberíamos creer que hay una pastilla, un médico, enfermera, psicólogo, fisio, psiquiatra, osteopata, canalizador, sanergista, gurú,etc....que es el que nos va a dar la fórmula mágica o parar algo que por decreto propio nos pertenece trabajar a nosotros.Suerte que mientras andamos por estos caminos nos topamos con muchos de ellos, para lo bueno y lo malo....
Ánimo a todos aquellos que entendieron ésto y se volvieron curiosos y no tuvieron miedo de meterse en un camino, difícil y lleno de prejuicios muchas veces por los propios familiares y profesionales, en todos los ámbitos.
Así empezó mi camino.....No tengas miedo de empezar el tuyo. Puede que cometas muchos errores, puede que te quedes paralizado por el miedo, puede que decidas tirar la toalla, puede que pierdas el norte muchas veces y te llamen loco, puede que te critiquen y te pongan etiquetas....No importa, sigue y sigue porque tu eres quien marca el paso.
Lo bello de una rosa no está en la flor. Somos flor, somos tallo, somos hojas, somos espinas. Aprende a conocer, no sólo tu flor, sino el tallo, sus hojas, sus espinas...Aprende a amarlas, todas ellas.
Andrea que estaba estirada en la cama junto a su madre le dijo:-Mami, ocupas toda la cama!!
-Cómo que ocupo toda la cama si tengo medio cuerpo fuera? Ponte cómoda y empezaremos a leer el cuento cuando tú quieras.
Después de probar varias posiciones acabó por recostarse en la barriga de su madre.
-Ahora, mami. Ya estoy cómoda y ¿tú?
-Yo también, preciosa. El cuento empieza así: Tanadea se siente culpable....
La mariposa que caminaba de puntillas era feliz. Se levantaba muy temprano y escondía notitas de amor en los desayunos que preparaba para Tanadea y Narfe.
Subía por las escaleras, abría la ventana de pétalos de lirios y se maravillaba con la salida del hermano sol.
Cada mañana Sanae, así se llamaba la mariposa, exclamaba con fuerza: Buenos días, Lorenzo! Así llamaba ella al sol.
Buenos días Sanae, respondía el sol con energía y a una sola voz decían: Hoy va a ser un muy buen día!
Sanae entraba de puntillas en su habitación y observaba por un momento la silueta de su marido Narfe en la cama, se acercaba y lo besaba en los labios.
Buon Giorno principessa, decía narfe, y en los labios, se le dibujaba una dulce sonrisa.
Buenos días, amore. Me encanta tu sonrisa y no me canso de decírtelo...
Te dejo el desayuno, voy a despertar a nuestra hija Tanadea.
Al rato, en la otra habitación de la casa se oía: Buenos días preciosa...- Sanae dejaba el desayuno en la mesita y abría las ventanas de la habitación-.
Bajo las sábanas Tana refunfuñaba- No, no," jo,jooo", un poquito más!
Sanae se acercaba hasta la cama y con las cosquillas de felicidad se abría paso entre las sábanas y besaba a Tana.
Me voy a la ducha. No hagas mucho el remolón que sino llegamos tarde y ya sabes que a la Srta. Margarita le gusta que lleguéis puntuales.
Tanadea se sentó en la cama y dijo con voz suave Mami, mami, espera.¿ Mami, me perdonas?
Sanae se detuvo y se sentó junto a ella.
Tana, sabes que estás perdonada antes de hacerlo. Y sabes que no hay nada que perdonar, pero sí, disculpar. Dime, por qué quieres que te disculpe.
Con voz entrecortada Tanadea respondió: No te enfadarás, si te lo digo mami.
No, no me enfadaré, Tana.
Ayer, en el cole, mientras jugábamos en el patio, no dejamos que Laria jugara con nosotros.
¿Y por qué lo hicisteis?
Por qué Laira hizo daño a Thebas. Laria se enfadó mucho, pero luego la vi llorar, mami.
Mira Tana, cuando vuelvas del cole, iremos a ver a la Sra. Esperanza. Ella te explicará porqué no debes sentirte culpable y qué aprenderás.
No conforme con la respuesta, Tana insistió a su madre que se lo explicara ella.
Sanae sonrió. Me encantaría preciosa, pero sabes que tiendes a no escucharme.
Tana rió al instante.
Pasó todo el día y llegó la hora de ir a recoger a Tana al colegio, Sanae esperaba en la puerta junto a las otras madres. La vio salir en fila india, junto con sus otros compañeros.
Sanae se acercó a la fila y la Srta. Margarita avisó a Tanadea.
Qué me has traído de merendar, mami!
Sorpresa...
La Sra. Esperanza las estaba esperando, llegaron temprano.
Hola Sanae, respondió la Sra. Esperanza al saludo de ella, mientras observaba a Tanadea detrás de su madre. Tana, no tienes que tenerme miedo-dijo Sra. Esperanza-. Me han dicho que te sientes culpable, ¿ es eso cierto?.
Tana dejó asomar la cabeza y con sus hermosos ojos verdes, abiertos como platos, asintió.
Acercaros que os explicaré una bonita historia. Esperanza bajó una de sus grandes ramas e hizo que madre e hija se sentaran. Con una extrema delicadeza, poco usual para un árbol tan grande, las alzó hasta la altura de su cara y empezó....
Cuenta la historia que el Sr. Culpabilidad se enamoró de la Sra. Conciencia. Pasaron muchos soles antes que la Sra, Conciencia le prestara atención porque, el Sr. Culpabilidad, siempre andaba apenado por todas sus culpas. Sólo cuando miraba a Conciencia todas las culpas marchaban y en su corazón, en sus ojos, sentía calor.
El Sr. Culpabilidad también tenía Amor.
La Sra. Conciencia le preguntó. ¿ Por qué andas culpándote de todo?
Por qué soy yo quien no hace tan buenas las cosas, dijo apenado el Sr. Culpabilidad.
La Sra. Conciencia se acercó y le acarició una rama. Debes aprender a disculparte o como muchos dirán a perdonarte.
Y cómo puedo hacer eso! Yo no sé! Yo no puedo!
Tanadea interrumpió a la Sra. Esperanza: ¿ El Sr. Culpabilidad es real?
Sí, Tana. Era mi padre.
Tana se maravilló y siguió escuchando.
Sí, sí que puedes-le dijo Conciencia- Todos podemos. Sabes que todos herimos a alguien en algún momento? Y tomamos preferencias que nos hieren a nosotros sin sernos útiles.
Culpabilidad con cara de asombro exclamó: no, no puede ser! No me creo que tú puedas herir a alguien y menos a ti!
La Sra. Conciencia afirmó.
Sí, yo también en algún momento lo he hecho.Claro está, sin mala fe. Sabes que nuestra naturaleza no es mala, ni buena. Simplemente lo que nosotros decidimos hacer, decir....llamémosle preferencias...Pero, bueno, escúchame y haber si consigo que me entiendas.
Ayer fui al mercado y la Sra. Laudica estaba tremendamente pesada y enfadada. Iba tarde y eramos muchos en la tienda de Ardans...Pidió de muy malos modos pasar la primera y, a mí, se me agotó la paciencia! Le contesté malhumorada, que haber llegado antes y que no, que era mi turno y no la dejaba pasar!
Mientras estaba esperando, caí en la cuenta que días atrás la Sra. Laudica me dejó pasar por que yo iba tarde. En ese momento pensé y sentí que la preferencia que había tomado no era lo que quería y que me había enfadado y puesto de su mismo malhumor. Me sonreí y me dije:"Esto no es lo que quiero!"Así que me disculpé a mi misma por haberme enfadado y mirándola le dije:
" Sra. Laudica le cedo mi sitio"
Yo no soy capaz de hacer eso! sentenció el Sr. Culpabilidad.
Sí, sí que puede añadió la Sra. Conciencia. Si quiere la próxima vez empiece por esto...Si te das cuenta que estás tomando una preferencia que no te hace sentir bien, que te estás dejando llevar por el enfado, que te estás sintiendo culpable, para toma conciencia, respira y di en voz alta: Yo , me disculpo y aprendo que esto no es lo que quiero en mi vida porqué no me hace sentir bien.
Confía en ti...
En ese momento, la Sra. Conciencia lo besó en la mejilla y lo dejó con la boca abierta, sin dar la posibilidad que el Sr. Culpabilidad siguiera hablando.
Pasaron soles y el Sr. Culpabilidad empezó a cambiar, se le veía feliz. Sus ramas brillaban, empezaron a salir flores, más hojas, se posaban pájaros y anidaban...Vio de lejos a la Sra. Conciencia, se sonrojó.
Buenos días, Sr. Culpabilidad!
Buenos días, Sra. Conciencia y GRACIAS!
¿ Por qué Gracias? dijo Conciencia
Porqué ahora lo entiendo. Porqué ahora se que si puedo. Porqué se que tengo muchos soles para ir aprendiendo, si un día mi preferencia no ha sido útil. Me siento feliz y en parte se lo debo a usted.
La Sra. Conciencia sonrió y siguió su camino.
El Sr. Culpabilidad cogió aíre, valor y casi a gritos dijo: Sra. Conciencia, me encantaría pasear con usted!
A mí también me encantaría. Tengo tiempo.
Pasaron los soles y el Sr. Culpabilidad y la Sra. Conciencia se prefirieron...
Tana volvió a interrumpir a la Sra. Esperanza, ¿ Y naciste tú?
Sí, Tana. Nací yo.
Con la curiosidad infinita que tenía, Tanadea siguió preguntando....¿ Y por qué el nombre de Esperanza?
Por la Esperanza que llegue un día en que nadie se sienta culpable y simplemente sean conscientes que ellos eligen sus preferencias, con cada sol...útiles o poco útiles.
Tanadea se acercó a la Sra. esperanza y la besó en la mejilla...¿ Y ese beso Tana?
Gracias! Ahora lo entiendo y aprendo, tengo muchos soles.....
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado...A dormir , Andrea que ya es tarde.
Andrea abrazó a su madre. Gracias, Mami!
¿Por qué mi nña? preguntó, Vanessa
Por qué ahora lo entiendo, mami.
Vanessa besó a Andrea y apagó las luces. Buenas noches, preciosa. Te quiero.
Y yo, mami.....
FIN
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